La prevención, el adecuado tratamiento y la educación resultan elementos fundamentales para enfrentar una pandemia que no distingue entre nacionalidades y lugar de procedencia, pero que sí presenta una mayor incidencia en ciertos grupos de menores ingresos de la población, a lo que se agrega, de acuerdo con el organismo internacional, que un 68% de los nuevos casos son en adultos y un 91% de las nuevas infecciones en los niños/as.
En este sentido, la ONU SIDA ha establecido ciertos objetivos con miras al año 2015, entre los cuales destacan la reducción a la mitad la transmisión sexual del VIH, acabar con la transmisión vertical del VIH (es decir, de madre a hijo/a) y garantizar que las personas seropositivas tengan acceso a servicios básicos de atención y apoyo. En este sentido, el Instituto Nacional de Derechos Humanos recuerda que es un deber del Estado proporcionar los medicamentos y tratamientos adecuados para esta enfermedad, así como las acciones de prevención, siempre bajo el alero del respeto y garantía de los derechos humanos y el principio de dignidad de las personas.
Mayor información sobre el Día Mundial del Sida, aquí