

Como un signo de vigencia de los derechos fundamentales, el respeto a las ideas y las minorías, a la diversidad religiosa y la no violencia, los distintos representantes de los credos acompañaron al vicario de la Pastoral Social Caritas, Jorge Muñoz, quien encendió el cirio de la Vicaría de la Solidaridad, en medio de la Catedral. La ceremonia se realizó respetando todas las precauciones sanitarias.
“A más de 40 años de este hito, la crisis social y la crisis sanitaria han tensionado nuestra vida, y la vida en sociedad. En este contexto, diversas instituciones religiosas y laicas, reafirmamos el compromiso con la promoción y defensa de los derechos humanos. Por el derecho a ser persona”, señala parte del compromiso que suscribieron públicamente.
También fue central en la conmemoración el llamado a la erradicación de todas las formas de violencia contra la mujer, como una de las principales vulneraciones a los derechos humanos que debe ser combatida, y la religiosa Nelly León, capellana del Centro Penitenciario femenino de San Joaquín y miembro del Consejo Consultivo del INDH, hizo énfasis en la cifra de 34 mujeres víctimas de femicidio en lo que va de 2020.
El director del INDH, Sergio Micco, recalcó que “toda mujer y todo hombre, es persona. El que viene buscando refugio a nuestro país, es persona. Quien es parte de una minoría sexual, es persona. El que protesta y el carabinero, son personas. El niño vulnerado al cuidado del estado, es persona. El que está en la cárcel, privado de libertad, es persona. El que muere sin la compañía de su familia, en un hospital público, por coronavirus, es persona. Aquel que piensa distinto es persona. Cada persona tiene derecho a manifestarse pacíficamente, sin violencia, y a intentar reencontrarse en la construcción de un país mejor. En estas simples convicciones se funda nuestra democracia y nuestra convivencia”.
Al acto asistieron representantes de la comunidad Bahài; por parte de la comunidad judía, el rabino Eduardo Waingortin; la obispa luterana Izani Bruch, integrantes de la comunidad Brhama Kumaris, de la Asociación Chilena de Diálogo Interreligioso para el Desarrollo Humano, de la iglesia bautista y de la iglesia católica.