INDH de Maule forma parte de las Escuelas de Verano que se realizan al interior de la cárcel femenina de Talca

INDH de Maule forma parte de las Escuelas de Verano que se realizan al interior de la cárcel femenina de Talca

12/02/2024

INDH presta su colaboración en la actividad, que se efectúa por segundo año consecutivo y organiza la Defensoría Penal Penitenciaria de Talca. Se extiende durante todo febrero.

La sede de Maule del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) forma parte de las Escuelas de Verano que se realizarán durante febrero en el Centro Penitenciario Femenino (CPF) de Talca. Esta es una actividad que organiza la Defensoría Penal Penitenciaria, en colaboración con el INDH, Gendarmería y voluntarias y voluntarios de la sociedad civil.

Se trata de un proyecto que se efectúa por segundo año consecutivo, que se va a extender por cuatro semanas. Su objetivo es contribuir a la reinserción social de las mujeres privadas de libertad del CPF de Talca. Ello, mediante talleres de autocuidado físico, mental y de esparcimiento. Este proyecto surgió como una iniciativa destinada a ofrecer actividades educativas y recreativas durante el receso académico de la Escuela Penal.

Como indica el Informe de Observación de Condiciones Carcelarias de 2018, en el CPF Talca está la escuela llamada Liceo Técnico Aulas de Esperanza. A ella pueden asistir en calidad de estudiantes mujeres condenadas e imputadas, extranjeras, personas de la diversidad sexual, personas con discapacidad y personas indígenas.

Labor del INDH

Las escuelas de verano comprenden siete talleres, que se disponen de manera diferenciada para cada módulo de la unidad penal. Son talleres de Chikung, de acondicionamiento físico, zumba, fútbol, sobre beneficios intrapenitenciarios y sobre resolución de conflictos. El último está a cargo de la profesional del INDH Eloísa Carreño y se dirige a mujeres embarazadas o con hijos o hijas lactantes al interior del CPF.

Cada taller tiene una duración de cuatro semanas, con una clase semanal. Esta se prolonga por 90 minutos, a cargo del respectivo equipo docente, compuesto por una profesora (o profesor) y un asistente. Ellos se sumaron a la iniciativa de modo voluntario y gratuito, a fin de favorecer la reinserción de la mayor cantidad de mujeres privadas de libertad.