

La acción legal busca proteger la integridad física y la seguridad individual de los amparados, tras los hechos que se habrían producido el pasado 4 de enero, en los que en el marco de una riña entre dos internos, ambos fueron agredidos por funcionarios de gendarmería.
Entre las agresiones declaradas está la aplicación de gas pimienta, la utilización de maniobras de apalancamiento de extremidades estando ya esposados, y una seguidilla de golpes de pies y manos propinados en la cabeza, rostro y manos de los imputados, acciones que generaron lesiones de diversa consideración, incluyendo cortes y fracturas.